viernes, 1 de mayo de 2009

Primacía

Primacía

Primavera
llegar, volver
a ponerme la misma funda
el mismo telar y todas las indiferencias
la costra y la costumbre
y extender los labios
a la mañana de rocío
de calcinadas herrumbres.
Y tener la primavera bajo los cañaverales
intentar darle un abril
o un albor,
la ingrata vulva de una dalia
la puesta de mis ojos
y sanar la enfermedad del viento
pobre y entristecido entre tanto pavor.
Bajo una lozanía cloral
prender el fuego
de los enardecidos
y dejar viajar la luz
para que nadie pueda creer en milagros
de blancura y de paz.
Y bajo la primavera,
la primavera podrida
y muchos cuerpos a flor
de piel, de sangre y de huesos.