viernes, 22 de octubre de 2010

Darwin Deez

Ese look, semejante al de un cantor colombiano de música ultra digerible, me pareció cool y naif que lo guardé en los “paradisos” de la memoria. Estos días que andaba feeling y sumido en alguna enajenación, el tipo y su sonido llegaron para hacerme más entretenidas las horas. Realmente me sienta bien. Súper bailable, súper constelación. Quizá las descripciones hechas a su música y personalidad constatan el estado de ánimo la que puede someternos un tipo de música como esta.

Darwin Deez - Constellations from Lucky Number Music on Vimeo.



Hay de mi parte buenas proyecciones para incluirlo en algún degradante listón de fin de año, o hacerle alguna reverencia; pues, activó el chip de mi alucinación (inspiración creativa). Gracias gringo.

jueves, 14 de octubre de 2010

Representación del destierro


Es lamentable
tener que acostumbrarse
a la vida y a sus cosas.
Acostumbrarse a una madre
a un cuerpo, a una casa
a una mujer, a unos hijos
es terrible amarlos,
es triste tener que vivir
con ellos.
No puedo estar bien.
Debo rezar y arrepentirme
para ser perdonado,
debo creer y ser justo.
No puedo quedarme
a contemplar mi desnudez
porque soy libre,
no puedo matarme
ni matarlos porque
estoy meramente muerto.
Es lamentable tener
que leer que nadie sabe.
Aborrecible el universo
si este mundo fuera solo suyo.
Si nuca hubiera nacido,
si jamás hubiera oído
del amor y la costumbre
o de un país o de una idea.
Si cualquiera se olvidara de mí
o todos de una vez,
si al fin me descubriera
inútil y destruido,
extendido como un simple río,
tornado como un árbol
lejano en alguna cima
donde jamás alguien pudiera
llegar ni soñar; solo
el legítimo viento y el horizonte,
solo yo y mi forma,
subido sobre la realidad
y tan lejos de ella.

Octubre

Vaya que en octubre uno sueña. Es el olor de las cosas, de los tiempos o de la tristeza. Mirar las tardes, presentir un dolor. Sentir el estremecimiento de un futuro nefasto para tus planes o para tu vida misma. Lo sé. Ninguno lo siente así, pero digamos que a pesar de su declarada desgracia, este mes y sus días han venido a darme algo que no esperaba. Es fruto de mis desacuerdos y de mis irresponsabilidades. No tengo calma, esperaré y trataré de hacer mejor este tiempo, estas noticias que llegan, estos magros resultados y todos mis problemas advenidos con tanta rapidez que ni siquiera los he imaginado como tal. Espero la calma, espero uno de mis mejores octubres, espero llegadas de objetos, seres y respuestas que me ayuden a concluir definitivamente este sendero.
Aguardaré como siempre.



Así.